El Amigo del que sufre

En el dolor puedes desesperarte, pero también en el dolor puedes santificarte. Depende de ti, de tu manera con la que lleves tu dolor, tus sufrimientos, tus enfermedades.

Este libro es para ti. Él es para ayudarte a comprender el valor del sufrimiento.

El dolor y el sufrimiento siempre serán un misterio que nos empaña la vista y nos impide frecuentemente ver el amor de Dios. Pero en el sufrimiento también se manifiesta Dios, de una manera misteriosa y dando un sentido pleno a toda la vida.

Al amar y dar sentido a tu sufrimiento, tú, en el dolor y por el dolor, puedes ser un cooperador de Cristo en la misión de salvar a la humanidad.

Hay todavía en el mundo millones y millones de personas que no conocen a Jesús, nuestro Salvador. Los misioneros trabajan y entregan su vida para la salvación de estos hermanos.

Tú, amigo y hermano que sufres, puedes ofrecer tus dolores y sufrimientos para las misiones y misioneros como lo hacía Santa Teresita del Niño Jesús, de la cual se hablará más adelante.

Así tú, desde tu lecho de dolor, desde tu casa y hospital, serás de veras un cooperador de salvación, un auténtico misionero.

Así, tu vida y tu sufrimiento tendrán sentido, porque con Cristo estarás cooperando para hacer más cercano el día en que todos seremos más humanos y más cristianos.